Rehabilitación de Casas Rurales Fondevila

Parada de Sil (OURENSE)

Propuesta de rehabilitación de casas rurales en Parada de Sil (Ourense) para concurso de ideas, el cual planteaba la reutilización de construcciones tradicionales en la aldea de Fondodevila para destinarlas al uso de vivienda.

Parada de Sil es una localidad que quiere recuperar habitantes y mirar al futuro aprovechando  los magníficos paisajes y recursos que la naturaleza y sus antepasados le han brindado. La rehabilitación de viviendas que se presentaba quería formar parte de ese espíritu renovador y optimista.

El modo de vida rural y arquitectura gallega, junto con los soportes físicos que los posibilitan, son cultura y patrimonio. Pero como siempre ha sucedido, su conservación requiere renovación y adaptación a los tiempos.

La vivienda rural, frente a la urbana, se caracteriza por la presencia del espacio exterior, un pequeño fragmento de naturaleza atrapado para uso y disfrute particular, extendiendo así el espacio de la casa más allá de sus límites murarios.

¿Cómo mantener la esencia de estas veteranas construcciones y al mismo tiempo construir respondiendo a los cánones de vivienda contemporánea? ¿Cómo reinterpretar las necesidades de la casa rural gallega aprovechando unas ruinas predominantemente agrarias?

Queremos que estas casas rehabilitadas sean más interesantes que un apartamento de ciudad, que su calidad espacial sea parte del atractivo de la oferta de vida rural que el concurso propone.

Para esto se proponen viviendas de generosa extensión y dotación, todas ellas caracterizadas por la presencia de una secuencia de espacio principales cocina-comedor-salón que se remata, abriéndolos a través de una gran cristalera, en un patio exterior.

Este “minifundio de esparcimiento” supone la restauración del espacio rural tradicional gallego reconvertido a los usos del siglo XXI, no necesariamente agrícolas, para constituir la pieza principal de la vivienda rehabilitada.

Esta continuidad y diafanidad de los espacios de día supone la primera de las adaptaciones a los modos de vida contemporáneos, que exigen la flexibilidad de uso y la horizontalidad en el reparto de responsabilidades domésticas, y por lo tanto, la apertura e incorporación de los antiguos espacios de trabajo (cocina y otros) a los espacios nobles (salón y comedor).

Las dependencias de noche (dormitorios y baños) se caracterizan mediante balcones que se abren a las terrazas y techos inclinados que simulan, con su perfil, la silueta de las sinuosas montañas del valle del Sil.

Se propone, a su vez, la renovación de la arquitectura tradicional gallega incorporando en ella valores de la arquitectura sostenible, a saber: se proponen una cubiertas ligeras y eficientes, que manteniendo el característico perfil de las construcciones vernáculas pero descargadas ya del peso de la tradición, aprovecharán la inclinación de sus faldones para permitir la iluminación y ventilación cruzada de las estancias superiores y el aprovechamiento de la energía solar para la producción de agua caliente y energía.

Proyecto realizado en colaboración con Francisco Trigueros.